Tipo de proteína y mortalidad por causas – estudio de Rotterdam (metanalálisis y cohorte)

¿Cuál es la mejor proteína?

Este gran estudio responde la pregunta muy claramente. Los datos se obtienen de una cohorte poblacional en los Países Bajos (7768 participantes seguidos durante 13 años) y se confirman en un metanálisis de 11 estudios de cohorte prospectivos (350.452 participantes).

La proteína de la carne y los lácteos se asoció con un riesgo significativamente mayor de mortalidad por todas las causas y mortalidad por enfermedad cardiovascular (ECV).

Por otro lado, la proteína derivada de plantas de frutas, verduras, nueces y legumbres se asoció con una menor mortalidad por todas las causas y por enfermedad cardiovascular.

¿Cuáles son los mecanismos potenciales para este efecto negativo de la proteína animal?

  1. los aminoácidos que incluyen mayores cantidades de cadena ramificada y aminoácidos aromáticos que están asociados con la resistencia a la insulina y un mayor peso corporal
  2. grasas saturadas y sal que acompaña a la proteína animal, que están vinculadas a un mayor riesgo de ECV.

Este estudio reúne una gran cantidad de evidencia que respalda el consumo de proteína vegetal con preferencia a la proteína derivada de animales. Los efectos negativos sobre la salud fueron evidentes para la proteína de carne y lácteos, pero no para la proteína de pescado o huevo. Con respecto a los huevos en el estudio de Rotterdam, no hubo una gran diferencia en el consumo entre los grupos que pueden haber afectado los resultados. La proteína vegetal viene empaquetada con fibra, fitonutrientes y grasas saludables que promueven la salud.

Referencia:

  • Chen Z, Glisic M, Song M, et al. Dietary protein intake and all-cause and cause-specific mortality: results from the Rotterdam Study and a meta-analysis of prospective cohort studies. Eur J Epidemiol. 2020;35(5):411-429. doi:10.1007/s10654-020-00607-6
  • Ver en PubMed
  • Ver en European Journal of Epidemiology (2020)
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Dieta baja en carbohidratos aumenta mortalidad por cáncer, enfermedad cardio y cerebro vascular y mortalidad por toda causa

Este estudio publicado en septiembre 2019 en el European Heart Journal, muestra resultados de la cohorte NHANES, siguiendo a 24.825 personas del año 1999 al 2010. Y encuentra que el cuartil que menos consumió carbohidratos tiene un 32% riesgo de mayor mortalidad por toda causa, 50% mayor mortalidad cardiovascular, 51% mayor mortalidad cerebrovascular y 36% mayor mortalidad por cáncer.

El aumento de mortalidad por toda causa entre los no obesos llega al 48%!

Referencia:

  • PubMed
  • European Heart Journal
  • Mazidi M, Katsiki N, Mikhailidis DP, Sattar N, Banach M. Lower carbohydrate diets and all-cause and cause-specific mortality: a population-based cohort study and pooling of prospective studies. Eur Heart J. 2019;40(34):2870–2879. doi:10.1093/eurheartj/ehz174
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A mayor consumo de proteína vegetal, menor mortalidad total y cardiovascular

Estudio prospectivo de más de 70 mil personas de Japón de entre 45 y 74 años seguidos por 11 años. En ese período ocurrieron 12 mil muertes, y se vio su relación con consumo de proteína animal y vegetal. Y se encontró que:

  • A mayor consumo de proteína vegetal menor mortalidad total y menor mortalidad cardiovascular.
  • Reemplazar proteína animal por vegetal generó menor mortalidad total, por cáncer y por enfermedad cardiovascular
JAMA Intern Med. 2019;179(11)

Referencia:

  • Budhathoki S, Sawada N, Iwasaki M, et al. Association of Animal and Plant Protein Intake With All-Cause and Cause-Specific Mortality in a Japanese Cohort [published correction appears in doi: 10.1001/jamainternmed.2019.4883]. JAMA Intern Med. 2019;179(11):1509-1518. doi:10.1001/jamainternmed.2019.2806
  • Ver en PubMed
  • Ver en Revista JAMA (Journal of the American Medical Association)
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A mayor consumo de proteína vegetal menor mortalidad general y cardiovascular

Nuevo estudio en la Revista JAMA que busca encontrar la relación entre consumo de tipo de proteína y mortalidad.

Se siguieron 237 mil hombre y 179 mil mujeres por 16 años. Ocurrieron 78 mil muertes, y se vio que a mayor consumo de proteína vegetal hubo una asociación significativa con menor mortalidad general y cardiovascular independiente a otros factores de riesgo.

JAMA Intern Med. 2020;e202790

Referencias:

  • Huang J, Liao LM, Weinstein SJ, Sinha R, Graubard BI, Albanes D. Association Between Plant and Animal Protein Intake and Overall and Cause-Specific Mortality. JAMA Intern Med. 2020;e202790. doi:10.1001/jamainternmed.2020.2790
  • Ver en PubMed
  • Ver en Revista JAMA (Journal of the American Medical Association)
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Revertir enfermedad cardiovascular con cambios de estilo de vida

El Dr. Ornish realizó el “Lifestyle Heart Trial” demostrando reversión de enfermedad cardiovascular, específicamente regresión de enfermedad coronaria ateromatosa, luego de un año de cambios en estilo de vida, que inculía:

  • Alimentación basada en plantas baja en grasa (10% o menos de grasas)
  • Ejercicio aeróbico
  • Manejo de estrés
  • No fumar
  • Grupos de apoyo

Al año se encontró que:

  • 37,2% de reducción del colesterol LDL (El “colesterol malo”)
  • Reducción de un 91% de episodios de angina (dolor de origen coronario)
  • Regresión de la obstrucción arterial de las coronarias (a mayor adherencia a los cambios de estilo de vida, mayor reducción de la estenosis)

En el grupo control en cambio

  • El colesterol LDL aumentó un 6% en vez de reducirse
  • Los episodios de angina subieron en un 165%
  • Y la obstrucción arterial aumentó

En este estudio de seguimiento, vieron que a 5 años de mantener estos cambios, las personas tenían mayores efectos beneficiosos y mayor regresión de ateromatosis coronaria que al año, y que el grupo control.

JAMA. 1998;280(23):2001-2007

Referencias:

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Dietas saludables basadas en plantas se asocian a reducción del riesgo de mortalidad

Nuevo estudio usando la cohorte NHANES III (1988–1994) siguiendo a 11.879 personas de entre 20 y 80 años de edad, que encuentra una asociación estadísticamente significativa con dietas basadas en plantas saludable (hPDI) y reducción del riesgo de mortalidad por toda causa. Los autores concluyen:

Es interesante y se suma a otros estudios en que diferencian dietas basadas en plantas en general de las saludables (mientras más Whole Food Plant Based, es decir con menos alimentos refinados, azúcar, harinas blancas, sal y aceites, más saludables). Claramente no es saludable alguien 100% plant based pero a base de Coca-cola zero, Skittles, Oreos, papas fritas, fideos, etc

 Healthy plant-based diet scores above the median were associated with a lower risk of all-cause mortality in US adults.

Referencia:

  • Kim H, Caulfield LE, Rebholz CM. Healthy Plant-Based Diets Are Associated with Lower Risk of All-Cause Mortality in US Adults. J Nutr. 2018;148(4):624-631. doi:10.1093/jn/nxy019
  • Ver en PubMed / artículo completo en PMC
  • Ver artículo completo en revista The Journal of Nutrition
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Carne y salud

Las carnes procesadas de cualquier color (jamón de pavo, choripanes, longanizas de cerdo, vienesas de vacuno, salame, tocino, carne molida de labrador, etc) están clasificadas por la OMS desde el 2015 como cancerígenas del grupo 1 [1] y no lo dicen a la ligera, las carnes rojas las siguen de cerca. Además las guías de este año del American Cancer Society [2] recomiendan evitar en lo posible carnes procesadas y rojas, al igual que el World Cancer Research Fund [3] de hace muchos años. El consumo de carne se asocia a aumento de riesgo de [4,5,6,7,8,9,10,11]

  • mortalidad por toda causa
  • cáncer de mama
  • cáncer de próstata
  • cáncer de colon
  • infartos y cardiopatía coronaria
  • diabetes y resistencia insulínica
  • accidentes vasculares (hemorrágicos e isquémicos)
  • insuficiencia cardíaca

a través de múltiples mecanismos como hierro hemo, colesterol, grasas saturadas, proteínas con alto contenido relativo de Carnitina, Colina (generando TMAO) y Metionina, Nitrosamina y compuestos N-nitroso, Neu5Gc, IGF-1, aminas heterocíclicas, generación de productos finales de glicación avanzada (AGEs), generando inflamación, alteraciones de la microbiota  estrés oxidativo, daño ADN, resistencia insulínica [10,11]

Mientras que TODOS los alimentos integrales de origen vegetal no solo están libres de esos efectos, sino que producen el efecto beneficioso contrario: anticáncer, antiinflamatorio, reducen mortalidad por toda causa [12,14], mejoran la salud y #BioDiversidad de nuestra #Microbiota antioxidantes, por su contenido de #Fibra #Polifenoles #Fitonutrientes y con el contenido ideal y fisiológico de proteínas evitando carencias (no vistas actualmente) y los frecuentes y peligrosos excesos. Hasta las ultraprocesadas #BeyondBurgers reducen el riesgo comparadas con carne de animal no humano, según el estudio de U. de Stanford de este año [13]

Referencias:

  1. Organización Mundial de la Salud, “Carcinogenicidad del consumo de carne roja y de la carne procesada”, www.who.int/features/qa/cancer-red-meat/es/ Accessed 18 sept 2020
  2. Kushi LH, Doyle C, McCullough M, et al. American Cancer Society Guidelines on nutrition and physical activity for cancer prevention: reducing the risk of cancer with healthy food choices and physical activity. CA Cancer J Clin. 2012;62(1):30‐67. 
  3. World Cancer Research Fund. “Limit red and processed meat” www.wcrf.org/dietandcancer/recommendations/limit-red-processed-meat Accessed 18 sept 2020
  4. Willett WC, Ludwig DS. Milk and Health. N Engl J Med. 2020;382(7):644–654. 
  5. Zhong VW, Van Horn L, Greenland P, et al. Associations of Processed Meat, Unprocessed Red Meat, Poultry, or Fish Intake With Incident Cardiovascular Disease and All-Cause Mortality. JAMA Intern Med. 2020;180(4):503-512.
  6. Song M, Fung TT, Hu FB, et al. Association of Animal and Plant Protein Intake With All-Cause and Cause-Specific Mortality. JAMA Intern Med. 2016;176(10):1453-1463. 
  7. Sinha R, Cross AJ, Graubard BI, Leitzmann MF, Schatzkin A. Meat intake and mortality: a prospective study of over half a million people. Arch Intern Med. 2009;169(6):562-571. 
  8. Micha R, Peñalvo JL, Cudhea F, Imamura F, Rehm CD, Mozaffarian D. Association Between Dietary Factors and Mortality From Heart Disease, Stroke, and Type 2 Diabetes in the United States. JAMA. 2017;317(9):912-924. 
  9. Anderson JJ, Darwis NDM, Mackay DF, et al. Red and processed meat consumption and breast cancer: UK Biobank cohort study and meta-analysis. Eur J Cancer. 2018;90:73-82. 
  10.  Turesky RJ. Mechanistic Evidence for Red Meat and Processed Meat Intake and Cancer Risk: A Follow-up on the International Agency for Research on Cancer Evaluation of 2015. Chimia (Aarau). 2018;72(10):718-724. 
  11.  Wolk A. Potential health hazards of eating red meat. J Intern Med. 2017;281(2):106-122. 
  12.  Kim H, Caulfield LE, Rebholz CM. Healthy Plant-Based Diets Are Associated with Lower Risk of All-Cause Mortality in US Adults. J Nutr. 2018;148(4):624-631.
  13.  Crimarco A, Springfield S, Petlura C, et al. A randomized crossover trial on the effect of plant-based compared with animal-based meat on trimethylamine-N-oxide and cardiovascular disease risk factors in generally healthy adults: Study With Appetizing Plantfood-Meat Eating Alternative Trial (SWAP-MEAT) [published online ahead of print, 2020 Aug 11]. Am J Clin Nutr. 2020;nqaa203.
  14.  Chen Z, Glisic M, Song M, et al. Dietary protein intake and all-cause and cause-specific mortality: results from the Rotterdam Study and a meta-analysis of prospective cohort studies. Eur J Epidemiol. 2020;35(5):411-429.
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Aumento de mortalidad con dieta baja en carbohidratos en estudio prospectivo en adultos

La popularidad de las dietas bajas en carbohidratos se ha mantenido. A pesar de posibles beneficios a corto plazo, sigue habiendo preocupación por los resultados de salud a mediano y largo plazo. Este estudio investigó el impacto de las dietas bajas en carbohidratos y bajas en grasas en la mortalidad. El análisis incluyó a 371.159 participantes de 50-71 años del estudio de cohorte prospectivo NIH-AARP (National Institutes of Health-American Association of Retired Persons Diet and Health Study) que habían sido seguidos durante una mediana de 23,5 años. Los datos dietéticos se analizaron utilizando seis categorías diferentes: puntuación generales, dietas saludables y poco saludables en dietas bajas en carbohidratos y bajas en grasas. Cabe destacar que la dieta baja en carbohidratos no fue muy baja en carbohidratos, siendo la categoría más baja <40% de energía de los carbohidratos. La categoría más baja para el consumo de grasas fue <20% de energía.

Los investigadores descubrieron que las dietas bajas en carbohidratos se asociaban con un riesgo de muerte un 14% mayor, con dietas poco saludables bajas en carbohidratos ricas en grasas animales y proteínas asociadas con un riesgo de muerte del 17% mayor. En general, las dietas bajas en carbohidratos no saludables se asociaron con un aumento del 12% y del 15% en el riesgo de muerte cardiovascular, respectivamente, y un aumento del 14% y del 17% en el riesgo de muerte por enfermedad cardíaca. En general, las dietas bajas en carbohidratos no saludables también se asociaron con un aumento del 18% en el riesgo de muerte por cáncer. Sin embargo, si la dieta baja en carbohidratos era baja en carbohidratos refinados, más alta en grasas insaturadas y proteínas vegetales, entonces hubo una pequeña reducción del 5% en el riesgo de muerte general.

Una dieta global baja en grasas se asoció con una reducción del 9% en el riesgo de mortalidad. Curiosamente, incluso una dieta baja en grasas poco saludable tuvo una pequeña reducción del 2% en la mortalidad. Si la dieta era una versión más saludable de una dieta baja en grasas, alta en alimentos saludables ricos en carbohidratos (granos integrales, frutas enteras, legumbres y vegetales sin almidón), proteína vegetal y baja en grasas saturadas, hubo una reducción del 18% en el riesgo de muerte, reducción del 16% en la muerte cardiovascular y reducción del 18% en la muerte relacionada con el cáncer. Por el contrario, las dietas bajas en grasas menos saludables, que eran ricas en carbohidratos refinados y fuentes animales de proteínas, tuvieron un impacto muy limitado en la reducción de la mortalidad.

Los investigadores también realizaron un análisis de sustitución, que mostró que la sustitución del 3% de las calorías de las grasas saturadas por cualquier otro macronutriente resultó en un menor riesgo de muerte. Del mismo modo, la sustitución de los carbohidratos refinados por proteínas vegetales o grasas insaturadas dio lugar a un menor riesgo de muerte. El mayor beneficio se observó cuando las grasas saturadas fueron sustituidas por fuentes vegetales de proteínas.

Los autores concluyen que “nuestros resultados sugieren que una dieta saludable baja en grasas con una ingesta mínima de grasas saturadas sería una estrategia dietética eficaz para un envejecimiento saludable entre las personas de mediana edad y mayores”. Esto se logra fácilmente con una dieta basada en plantas. Curiosamente, los autores señalan que a pesar de la inferioridad percibida de la composición de la proteína vegetal en comparación con la proteína animal (una noción obsoleta), los participantes en este estudio tuvieron resultados superiores al priorizar la proteína vegetal a pesar de que tenían un mayor riesgo de sarcopenia en función de su edad.

Referencia:

  • PubMed
  • JIM – Journal of Internal Medicine
  • Zhao Y, Li Y, Wang W, Song Z, Zhuang Z, Li D, Qi L, Huang T. Low-carbohydrate diets, low-fat diets, and mortality in middle-aged and older people: A prospective cohort study. J Intern Med. 2023 Aug;294(2):203-215. doi: 10.1111/joim.13639. Epub 2023 May 3. PMID: 37132226.
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Actualización EAT-Lancet Commision, octubre 2025

La EAT-Lancet Commission 2025 presentó una actualización profunda sobre cómo debería alimentarse el mundo para proteger simultáneamente la salud humana, el planeta y la justicia social. Desde su primer informe en 2019, el mundo ha atravesado crisis que han puesto aún más presión sobre los sistemas alimentarios: pandemia, conflictos geopolíticos, cambio climático acelerado y brechas sociales crecientes.

Aun así, la conclusión del nuevo informe es clara y urgente: nuestro sistema alimentario sigue siendo la principal causa de degradación ambiental y un factor decisivo en la salud de las personas. Transformarlo no es opcional: es esencial para un futuro sostenible y justo.


1. La Dieta de Salud Planetaria (Planetary Health Diet): qué es y por qué importa

En el centro del nuevo análisis está la Planetary Health Diet (PHD), un modelo alimentario:

  • Predominantemente basado en plantas
  • Rico en granos integrales, frutas, verduras, legumbres, frutos secos y semillas
  • Sin o con cantidades mínimas de alimentos de origen animal
  • Flexible y adaptable a las tradiciones culturales de cada región

Según la actualización 2025:

  • 87,7% de la energía dietaria proviene de alimentos vegetales.
  • Los alimentos animales no se consideran esenciales.
  • Un patrón 100% vegetal o vegano encaja perfectamente dentro del marco de la PHD.

Beneficios para la salud

La evidencia científica se ha fortalecido en los últimos seis años. Si el mundo adoptara patrones alimentarios tipo PHD:

  • Se podrían prevenir hasta 15 millones de muertes prematuras cada año (un 27% menos).
  • Se reduciría significativamente el riesgo de:
    • Enfermedades cardiovasculares
    • Diabetes tipo 2
    • Cáncer
    • Deterioro cognitivo y demencia
    • Envejecimiento poco saludable

El informe confirma que este patrón alimentario es adecuado para todas las etapas de la vida (desde los 2 años en adelante), siempre prestando atención a nutrientes clave como la vitamina B12 y D.

Dieta Planetaria - EAT Lancet 2025

2. Justicia alimentaria: la novedad central del informe 2025

La mayor evolución respecto al informe de 2019 es la integración explícita de la justicia social.

Según la Comisión:

  • La mitad del planeta vive por debajo de los estándares básicos necesarios para garantizar derechos esenciales como alimentación adecuada, acceso a agua limpia y condiciones laborales decentes.
  • El 30% más rico del mundo es responsable de más del 70% del impacto ambiental de los sistemas alimentarios.

La transformación alimentaria, por lo tanto, debe ser:

  • Saludable
  • Sostenible
  • Justa y equitativa

El informe subraya que las soluciones deben incluir la voz y el liderazgo de agricultores pequeños, mujeres y comunidades marginalizadas, quienes hoy llevan la peor carga de los impactos sociales y ambientales.


3. Los límites planetarios: dónde estamos y por qué urge cambiar

Por primera vez, la Comisión cuantificó cómo contribuyen los alimentos a los nueve límites planetarios, que representan la “zona segura” para la humanidad.

El resultado es contundente:

Los sistemas alimentarios son la principal causa de exceder 5 límites planetarios:

  • Uso de la tierra
  • Pérdida de biodiversidad
  • Emisiones de gases de efecto invernadero
  • Agotamiento de agua dulce
  • Contaminación por nitrógeno y fósforo

Incluso con medidas ambiciosas (mejores dietas, agricultura eficiente, reducción del desperdicio a la mitad), solo se lograría volver a niveles seguros en algunos de estos límites.


4. Agricultura regenerativa y soluciones reales

El informe destaca enfoques agrícolas que restauran ecosistemas y reducen la dependencia de fertilizantes y combustibles fósiles, entre ellos:

Agricultura de Conservación (Conservation Agriculture)

Respaldada en el Panel 5 del informe, se describe como un sistema:

  • Sin labranza (no-till)
  • Con cobertura permanente del suelo
  • Con rotación y diversidad de cultivos
  • Capaz de generar suelos vivos y fértiles sin necesidad de insumos animales
  • Compatible con sistemas ecológicos y orgánicos
  • Con menor uso de químicos y energía

Este enfoque contribuye a que los sistemas alimentarios operen dentro de los límites planetarios.


5. ¿Qué cambios propone la Comisión para la producción mundial?

La transformación implica cambios estructurales:

  • −33% en producción de carne de rumiantes
  • +63% en la producción de frutas, verduras y frutos secos
  • Rediseño de políticas agrícolas
  • Incentivos para alimentos saludables y sostenibles
  • Reducción drástica del desperdicio alimentario

El informe también subraya que los alimentos deben seguir siendo sabrosos, deseables y culturalmente significativos para que los cambios sean sostenibles.

6. En resumen: por qué este informe importa

La actualización 2025 refuerza el mensaje central:
una alimentación más vegetal, menos procesada y más justa es una de las herramientas más poderosas para mejorar la salud, proteger el clima y avanzar hacia un futuro equitativo.

Los alimentos que elegimos cada día son una forma concreta de:

  • Prevenir enfermedades
  • Cuidar el planeta
  • Reducir desigualdades
  • Promover sistemas agrícolas regenerativos
  • Fomentar compasión y justicia

Fuente: The Lancet – EAT-Lancet Commission


PS: ¿Qué es la EAT-Lancet Commission y por qué es una fuente confiable?
La EAT-Lancet Commission es una alianza internacional formada por más de 30 científicos líderes en nutrición, salud pública, agricultura, sostenibilidad y cambio climático, provenientes de universidades e instituciones de alto prestigio en el mundo, como Harvard, Oxford, la Universidad de Cornell, el Imperial College London, entre otros.

La comisión fue convocada por The Lancet, una de las revistas científicas más influyentes y respetadas a nivel global, reconocida por su rigor en la revisión por pares y por publicar investigaciones de alto impacto en salud y políticas públicas.

Su objetivo es integrar la mejor evidencia científica disponible para responder una pregunta clave:
¿Cómo podemos alimentar a una población mundial en crecimiento de manera saludable y sostenible, sin dañar el planeta?

Gracias a su enfoque multidisciplinario, su metodología transparente y sus análisis basados en cientos de estudios revisados por pares, la EAT-Lancet es considerada una de las referencias más serias y confiables en el debate sobre alimentación saludable y sostenibilidad. Sus recomendaciones no se basan en opiniones, sino en una síntesis amplia de evidencia científica actualizada, evaluada por especialistas independientes alrededor del mundo.

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