Nuevas guías de la Sociedad Americana de Cáncer (junio 2020)

La American Cancer Society en sus nuevas guías del 9 de junio de 2020 sobre prevención de cáncer recomienda:

1. Lograr y mantener un peso corporal saludable durante toda la vida.

Mantenga el peso corporal dentro del rango saludable y evite el aumento de peso en la vida adulta.

2. Estar físicamente activo.

Los adultos deben realizar 150‐300 minutos de actividad física de intensidad moderada por semana, o 75‐150 minutos de actividad física de intensidad vigorosa, o una combinación equivalente; Lograr o superar el límite superior de 300 min es óptimo.

Los niños y adolescentes deben realizar al menos 1 hora de actividad de intensidad moderada o vigorosa cada día.

Limite el comportamiento sedentario, como sentarse, acostarse y mirar televisión, y otras formas de entretenimiento en pantalla.

3. Siga un patrón de alimentación saludable a todas las edades.

Un patrón de alimentación saludable incluye:

  • Alimentos ricos en nutrientes en cantidades que ayudan a lograr y mantener un peso corporal saludable;
  • Una variedad de verduras: verde oscuro, rojo y naranja, legumbres ricas en fibra y otras;
  • Frutas, especialmente frutas enteras con una variedad de colores; y
  • Granos enteros.

Un patrón de alimentación saludable limita o no incluye:

  • Carnes rojas y procesadas;
  • Bebidas azucaradas; o
  • Alimentos altamente procesados ​​y productos de granos refinados.

4. Es mejor no beber alcohol.

Enlaces:

Referencia:

  • Kushi LH, Doyle C, McCullough M, et al. American Cancer Society Guidelines on nutrition and physical activity for cancer prevention: reducing the risk of cancer with healthy food choices and physical activity. CA Cancer J Clin. 2012;62(1):30‐67. doi:10.3322/caac.20140

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Revisión y meta-análisis fibra y cáncer de mama – abril 2020

Una nueva revisión y metanálisis de estudios observacionales prospectivos demostró que el alto consumo total de fibra se asoció con un menor riesgo de cáncer de mama.

Conclusiones

Un metanálisis de efectos aleatorios de estudios observacionales prospectivos demostró que el alto consumo total de fibra se asoció con un riesgo reducido de cáncer de mama. Este hallazgo fue consistente tanto para la fibra soluble como para las mujeres con cáncer de seno premenopáusico y posmenopáusico.

Farvid MS, Spence ND, Holmes MD, Barnett JB. Fiber consumption and breast cancer incidence: A systematic review and meta-analysis of prospective studies. Cancer. 2020;10.1002/cncr.32816. doi:10.1002/cncr.32816

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Actividad física y Cáncer de mama

Excelente revisón de Ramirez et al, en la revista médica de Chile:

Dada la creciente evidencia del rol de la AF (actividad física) en cáncer, el objetivo de este artículo es revisar los resultados de la literatura recientemente publicada sobre el efecto de la AF en la prevención, tratamiento y seguimiento de pacientes con CM (cáncer de mama), y generar recomendaciones basadas en esta evidencia.

Factores comunes que explican la relación entre AF y CM están principalmente basados en la modulación de marcadores inflamatorios, esteroides sexuales, eje insulina/factor de crecimiento insulino-símil (IGF-I) y adipokinas17 (Figura 1). La obesidad y el síndrome metabólico asociado reflejan la alteración de todos estos factores, siendo esta la condición corregible más relevante en la interacción AF-cáncer18.

La inflamación crónica es un factor de riesgo común para enfermedades cardiovasculares, síndrome metabólico, recurrencia y mortalidad por CM19. Ella se refleja en un aumento de citoquinas proinflamatorias, incluyendo factor de necrosis tumoral alfa (TNFα), interleukina 6 (IL6), leptina, adipoquinas y proteína C reactiva (PCR), junto a una disminución de citoquinas antiinflamatorias como la adiponectina20. Más de 50% de las pacientes con CM en tratamiento, y también sobrevivientes, tienen sobrepeso u obesidad, a las que frecuentemente se asocia, además, un bajo nivel de AF, ambas condiciones unidas a un nivel crónico de inflamación21. Este estado inflamatorio crónico, en mujeres con CM, puede persistir elevado incluso más allá de 5 años post-tratamiento19.

Un estudio prospectivo con más de 70.000 pacientes encontró que mujeres que mantenían AF regular presentaban menor riesgo de CM en 14% comparado con mujeres menos activas29.
De igual manera, una revisión de estudios epidemiológicos estimó que el riesgo de presentar CM se redujo en 25% en aquellas mujeres que eran físicamente activas, comparado con mujeres menos activas30. Si bien la AF parece ser particularmente beneficiosa en mujeres postmenopáusicas, existe evidencia de que las menores de 45 años también logran reducir el riesgo31.
… 
Un estudio de una cohorte prospectiva de casi 3.000 sobrevivientes de CM sugiere que niveles altos de AF se asocian a una disminución del riesgo de recurrencia y mortalidad específica por la enfermedad. El mayor beneficio se observó en las mujeres que caminaban entre 3 y 5 h por semana39.
… 
Conclusión
La AF, indicada de manera dirigida y supervisada, generaría efectos positivos, emocionales y físicos, en pacientes con CM, y su realización es factible incluso cuando las pacientes están recibiendo tratamientos antineoplásicos, específicamente la quimioterapia.

Fuente:

  • Ramírez et al. (2017). Actividad física (AF) y cáncer de mama (CM): un tratamiento dirigido. Revista médica de Chile, 145(1), 75-84, http://dx.doi.org/10.4067/S0034-98872017000100011 
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Entrevista Dra. Kristi Funk Cirujano de mama

La Dra. Kristi Funk es una cirujana famosa en EEUU, especialista en cirugía de cáncer de mama, y al escribir su libro “Breasts: An Owner’s Manual: Every Woman’s Guide to Reducing Cancer Risk, Making Treatment Choices and Optimising Outcomes” se dio cuenta de la relevancia y real importancia de los hábitos: dieta y ejercicio en la prevención y evitar recurrencias del cáncer de mama

Frank Buckley Interviews: Dr. Kristi Funk (en inglés)

Ver además su libro:

Beating Breast Cancer with Dr. Kristi Funk (en inglés)
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La leche de animal no humano aumenta el riesgo de cáncer de mama

Este estudio incluyó a + de 50,000 mujeres, con una edad promedio de 57 años, seguidas durante 8 años. Se identificaron 1057 casos de cáncer de mama. Los datos mostraron que quienes bebían más leche y obtenían la mayor cantidad de calorías de los lácteos tenían un riesgo significativamente mayor de desarrollar cáncer de mama. La asociación no fue lineal y el mayor riesgo se produjo con bajos niveles de consumo (90-100 calorías por día o 150 ml de leche entera). Una taza por día aumentó el riesgo en un 50%, y 2-3 tazas se asociaron con un 80% de mayor probabilidad de cáncer de mama. Reemplazar la leche láctea con leche de soya se asoció con un riesgo 32% menor de cáncer de mama.

El consumo de soya per se no afectó el riesgo de cáncer de mama. Sin embargo, en el análisis de sustitución, quienes consumieron leche de soya en lugar de lácteos tuvieron un riesgo 32% menor de desarrollar cáncer de mama.

El estudio fue financiado por el Instituto Nacional del Cáncer, los Institutos Nacionales de Salud y el Fondo Mundial de Investigación del Cáncer y publicado en el International Journal of Epidemiology.

¿Cómo podría la leche de animal aumentar el riesgo de cáncer de mama? Los posibles mecanismos incluyen la presencia de factores de crecimiento como el estrógeno y el IGF-1. La caseína, la proteína principal en la leche, al menos en el laboratorio, acelera el crecimiento del cáncer. La presencia del virus de la leucemia bovina en las vacas lecheras de EE. UU. podría estar implicada ya que este virus se ha encontrado en el tejido mamario.

La leche de soya contiene isoflavonas que bloquean el estrógeno endógeno y reducen la proliferación celular y ayudan a reparar el ADN.

Referencia:

  • Gary E Fraser, Karen Jaceldo-Siegl, Michael Orlich, Andrew Mashchak, Rawiwan Sirirat, Synnove Knutsen, Dairy, soy, and risk of breast cancer: those confounded milks, International Journal of Epidemiology, , dyaa007, doi.org/10.1093/ije/dyaa007

Enlaces:

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Alto consumo de frutas y verduras reduce el riesgo de cáncer de mama, en especial las formas más agresivas

Estudio sobre cómo una dieta integral basada en plantas, específicamente alto consumo de frutas y verduras previene cáncer, en este estudio cáncer de mama, particularmente los tipos más agresivos:

Las mujeres que comen una gran cantidad de frutas y verduras cada día pueden tener un menor riesgo de cáncer de mama, especialmente de tumores agresivos, que aquellas que comen menos frutas y verduras, según un nuevo estudio dirigido por investigadores del Harvard T.H. Chan School of Public Health. En sus hallazgos, los vegetales crucíferos como el brócoli y los vegetales amarillos y naranjos tuvieron una asociación particularmente significativa con un menor riesgo de cáncer de mama.

“Esta investigación proporciona la imagen más completa de la importancia de consumir grandes cantidades de frutas y verduras para la prevención del cáncer de mama”.

CONCLUSIÓN

En conclusión, nuestros hallazgos respaldan que una mayor ingesta de frutas y verduras, y específicamente verduras crucíferas y amarillas / anaranjadas, puede reducir el riesgo de cáncer de mama, especialmente aquellos que tienen más probabilidades de ser tumores agresivos.

Farvid MS, Chen WY, Rosner BA, Tamimi RM, Willett WC, Eliassen AH. Fruit and vegetable consumption and breast cancer incidence: Repeated measures over 30 years of follow-up. Int J Cancer. 2018;144(7):1496-1510.

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Consumo fibra en la adolescencia y cancer de mama

Otro estudio sobre beneficios de dieta rica en fibra (presente solo en alimentos de origen vegetal no refinados), en este estudio su relación con cáncer de mama. Es tan fácil aumentar la fibra: con solo cambiar arroz blanco por arroz integral o quínoa, incluir avena integral en la dieta, cambiar pan y pastas blancas por integrales ya es un inmenso avance. Para qué decir aumentar legumbres, frutas y verduras (y reducir ingesta de calorías vacías de alimentos animales, aceites refinados, carbohidratos refinados, todos con cero fibra, cero fitonutrientes, vitaminas antioxidantes, etc). Y la fibra además tiene beneficios en reducir mortalidad por toda causa, otros cánceres, mortalidad y enf cardiovascular, diabetes, obesidad, dislipidemia, por nombrar uno que otro beneficio (leer excelente editorial del Jama que publiqué el 19 de abril de 2019 High-Fiber Diet Might Protect Against Range of Conditions. Rita Rubin, MA. JAMA.  April 17, 2019. doi:10.1001/jama.2019.2539 )

Conclusiones:
Nuestros hallazgos sugieren que una mayor ingesta de fibra durante la adolescencia y la edad adulta temprana se asocia con una menor incidencia de BC en las mujeres.  Las asociaciones fueron evidentes para la mayoría de las fuentes de fibra y fueron independientes de otros factores dietéticos y del comportamiento alimentario saludable.

Farvid MS, Eliassen AH, Cho E, Liao X, Chen WY, Willett WC. Dietary Fiber Intake in Young Adults and Breast Cancer Risk. Pediatrics. 2016;137(3):e20151226. doi:10.1542/peds.2015-1226

Varios mecanismos biológicos apoyan el papel beneficioso de la fibra dietética en el riesgo de BC.  La fibra puede reducir el riesgo de BC al mejorar la sensibilidad a la insulina y disminuir los factores de crecimiento similares a la insulina.  Además, la fibra dietética puede disminuir los niveles plasmáticos de estrógenos al inhibir la actividad de la β-d-glucuronidasa del colon, lo que resulta en una disminución de la desconjugación y la reabsorción de estrógenos y, por lo tanto, un aumento de la excreción fecal.

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3 hábitos saludables evitan el 78% de las enfermedades crónicas

Arch Intern Med. 2009;169(15):1355-1362

En tiempos de epidemia de enfermedades crónicas (infartos, diabetes, cáncer, accidentes vasculares, obesidad, etc) y de una pandemia que tiene como factor de riesgo esas mismas enfermedades, el tener una forma de prevenirlas y revertirlas es en extremo valioso. Y si además esto depende de conductas de las propias personas, es fundamental que se difunda… es por esto que todos los médicos, de todas las especialidades insisten y educan tanto sobre los hábitos de vida saludable. Esto permite empoderar a las personas al tomar consciencia que depende de ellos cuidarse, generando cambios significativos en su salud y calidad de vida y las de sus familias. Hay estudios que muestran que estos efectos ya ocurren a los pocos días (incluso horas) de realizados cambios en dieta [1,2], actividad física y exposición a toxinas.

En este estudio, que marca un hito en medicina, se siguieron de 23 mil personas de 35 a 65 años por 8 años. Se encontró que los que cumplían con los 4 criterios estudiados (3 hábitos, y un cuarto criterio que es resultado de los dos primeros):

  • Dieta saludable (alta en frutas, verduras y granos integrales y limitada en carnes)
  • Actividad física (3½ hrs a la semana)
  • No fumar
  • Índice de masa corporal (IMC) menor de 30 [peso kg/ altura cm²]

Reducían en un 78% el riesgo de:

  • Infartos cardíacos
  • Diabetes
  • Accidentes cerebrovasculares, y
  • Cánceres

Referencias:

  • Ford ES, Bergmann MM, Kröger J, Schienkiewitz A, Weikert C, Boeing H. Healthy living is the best revenge: findings from the European Prospective Investigation Into Cancer and Nutrition-Potsdam study. Arch Intern Med. 2009;169(15):1355-1362. doi:10.1001/archinternmed.2009.237
  • Ver en PubMed
  • Ver en JAMAnetwork.com – Archives of Internal Medicine
  • [1] Massera D, Graf L, Barba S, Ostfeld R. Angina rapidly improved with a plant-based diet and returned after resuming a Western diet. J Geriatr Cardiol. 2016;13(4):364-366. doi:10.11909/j.issn.1671-5411.2016.04.005
  • [2] Monfort-Pires M, Ferreira SRG. Modification in a single meal is sufficient to provoke benefits in inflammatory responses of individuals at low-to-moderate cardiometabolic risk. Clin Nutr. 2016;35(6):1242-1250. doi:10.1016/j.clnu.2016.02.015

Recomiendo leer el comentario invitado del artículo:

Arch Intern Med. 2009;169(15):1355-1362
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